A través de un proceso estructurado, en las sesiones aumentarás la conciencia y el control de tus sensaciones corporales y aprenderás a utilizar esa habilidad para transformar sentimientos, estados de ánimo o mentales estancados, condiciones físicas que se repiten, o traumas emocionales o físicos.
Un sentimiento, una condición física o un estado mental pueden describirse a través de sensaciones corporales.
Un sentimiento que nos abruma o hace daño, una lesión o condición física que se repite, un trauma que ha dejado huella, o un estado mental no deseado, pueden también describirse a través de sensaciones corporales: como la manera en cómo 'aguantamos' ciertas áreas del cuerpo, sosteniéndolas con rigidez, tensión, parálisis o entumecimiento. También se le añade cómo utilizamos nuestros sentidos, y qué patrones fijos de respiración y mentales tenemos. Todo ello a menudo sin darnos cuenta, con poco control, sin atención.
Estos estados repetitivos de 'mal-estar', al principio, a veces, tuvieron un sentido, pero suelen terminar siendo un hábito o reacción automática que nos perjudica más que beneficia. Con el tiempo, pueden drenar nuestra energía, crear ansiedad o estados de ánimo bajos, hacer más difícil la relación con los demás, aumentar un dolor u otros síntomas físicos, no permitir una buena y efectiva recuperación de una condición física o lesión, y separarnos de lo que nos pide el corazón, de nuestra intuición y de nuestras necesidades.
En las sesiones, re-aprendes a percibir de forma global y específica la manera ya no-útil de 'aguantar' o de 'sostenerte', aumentando tu atención corporal y su vínculo con cómo te sientes, con pensamientos limitantes que te gobiernan y con quien 'te conviertes' (los procesos son más enfocados en lo físico si tu objetivo es la recuperación de una lesión o condición física). Eso te da la oportunidad de soltar el automatismo global de malestar, y de recuperar toda la energía que tenías invertida en mantenerlo. Y que puedas utilizar esa energía renovada para 'contruir' más presencia y confianza, para desarrollar algún talento, o simplemente para experimentar tu vida como emocionante, satisfactoria, relajada y enfocada al mismo tiempo. Recuperando lo que se llama homeostasis, y la sensación de estar bien.